LAS 3R + 1
A día de hoy, todos sabemos que para preservar el medio ambiente es imprescindible que seamos fieles a las 3R:
REUTILIZAR siempre que sea posible, RECICLAR de manera constante y exhaustiva y, especialmente, REDUCIR nuestro consumo.
Pero, en este artículo, a la regla de las 3R de la ecología queremos añadir una cuarta R: la que inicia la palabra…
“REFLEXIONAR”.
Contenidos del articulo
¿Qué es mejor (o menos dañino) para el medio ambiente?
- Los zumos: ¿en brik o en botella de material plástico?
- Los refrescos: ¿en lata de aluminio o en botella de vidrio?
- Las frutas: ¿en bandeja blanca de poliespán, en bolsa plástica?
- Las carnes: ¿en…?
Es difícil saber qué es mejor, entre otras cosas porque los expertos, según sea el color de los cristales desde los que miran, ofrecen datos que a menudo se contradicen entre sí.
En realidad, para llegar a saberlo con absoluta certeza tendríamos que calcular cuánto cuesta fabricar, distribuir, reciclar cada uno de esos productos (la botella, el brik, la lata, la bolsa) y, si no se reciclan, cuánto le cuesta al medio ambiente soportar un objeto que quizás tarde cientos de años en “desintegrarse”.
¿QUÉ ES LO QUE SÍ SABEMOS?
Lo esencial es que, siempre que podamos, deberíamos comprar:
- Productos de proximidad.
- Productos no envasados.
Y cuando eso sea imposible, reflexionemos sobre qué es más bueno (o menos malo) para el medio ambiente.
Los yogures, las conservas: ¿recipiente grande o pequeño?
El agua, los yogures, los zumos, la fruta en almíbar, etc., siempre mejor en recipiente grande.
Sale muy caro “envasar” minúsculas cantidades de líquido y alimento.
La leche y el agua: ¿en vidrio, en brik o en recipiente plástico?
El vidrio es la mejor opción porque es cien por cien reciclable (y reutilizable) en múltiples ocasiones.
Las botellas de plástico también se reciclan, pero no siempre. Solo el PET de las botellas de agua se puede volver a convertir en un envase que esté en contacto con los alimentos.
Con el brik todo es un poco más complicado porque está fabricado con cartón, plástico y aluminio.
El cartón (75%) se recicla, pero el politileno (20%) y el aluminio (5%) probablemente acaben en un vertedero o sean quemados para producir energía.
Los refrescos y otras bebidas, ¿en lata de aluminio o en botella de vidrio?
Tanto las latas de aluminio como las botellas de vidrio y las de plástico precisan de una gran cantidad de energía para su fabricación y transporte.
El aluminio puede recuperarse en un 100%, y podría ser tan buena opción como el vidrio, pero hay expertos que advierten que los recipientes demasiado ligeros pueden pasar desapercibidos en la selección que se hace en las plantas de reciclado.
Las frutas, las verduras, el pan, las carnes…
Compra envases reutilizables (las fiambreras de toda la vida, los tápers de hoy) y una bolsa para el pan, y utilízalos siempre que puedas.
Evita las bolsas de plástico de un solo uso. Incluso, por si acaso, las bolsas de plástico “biodegradable” porque, según dicen algunos expertos, a pesar del material vegetal de su composición, la mayoría contiene plástico que no se degrada.
La mejor opción son las bolsas reutilizables, que pueden ser de tela u otros materiales.
¿Y para envolver el bocadillo o guardar los alimentos en la nevera?
Olvídate del papel aluminio o del film plástico: siempre mejor un táper, es decir, un recipiente con tapa.
El aluminio es 100% reciclable un número indefinido de veces sin que afecte a su calidad, pero sucio con restos de alimentos su reciclado resulta demasiado caro y es poco viable.
¿Detergentes, jabones, acondicionadores, champús?
Dedica 5 minutos de tu tiempo a leer las etiquetas de los envases.
Si el producto lleva la Etiqueta Ecológica Europea (EEE) para detergentes, lavavajillas, jabones, champús, acondicionadores y limpiadores multiusos, cómpralo.
Probablemente, comprando estos productos, y no los que carecen de la etiqueta, reduzcamos los efectos ambientales adversos.
Pero tampoco es mala idea comprobar si cerca de tu domicilio hay alguna tienda dedicada a la venta de productos biodegradables para la limpieza de la casa y la higiene personal: productos a granel sin sulfatos, sin fosfatos, sin níquel, no testados en animales y en recipientes retornables.
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