¿Cuidas lo que comes durante el confinamiento?
En casa, sin apenas salir a la calle, sentados muchas más horas de lo habitual (en el sillón, en el sofá, en la silla frente al ordenador, en una tumbona en el balcón) mientras trabajamos, contemplamos las calles vacías o vemos una peli o los capítulos de una serie…
…es fácil que perdamos la noción de lo que vamos picando y comiendo entre horas.
¿Te apetece una bolsa de patatas fritas, unos cacahuetes, unos cortes de fuet, o mejor compartimos unas palomitas dulces o saladas (uno de los productos más comprado y consumido junto al agua embotellada y el papel higiénico)?
O, quizás, un buen puñado de gominolas…
Sí, unas golosinas, esas pequeñas chucherías que vamos “picando” sin pensar, con forma de fresón, osito, gusano, corazón… y de mil colores, elaboradas con glucosa, azúcar y gelatina (ya sabes, “gelatina”, una masa triturada de tuétanos y articulaciones de bovino y porcino) a las que se les añade edulcorantes, saborizantes, colorantes y mucho brillo.
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Sin salir de casa, sin caminar, sin apenas hacer deporte
Un día es un día: mientras ves una peli tras otra durante toda una tarde de relax, ¿a quién puede hacerle daño un osito o un corazoncito de goma?, ¿o un poco de bollería industrial?, ¿o una pizza congelada?, ¿o unas croquetas precocinadas?, ¿o un refresco de cola y unos zumos industriales…?
Un día es un día…, claro, pero esto, el “confinamiento”, no es un día, son semanas (muchas) y no debemos confundir esta etapa de nuestra vida con una laaaaaarga tarde de sábado o domingo.
Sin salir de casa, sin caminar, sin ir al gimnasio, habiendo reducido tantísimo tu gasto energético, es muy necesario que cuides tu alimentación y mantengas una dieta equilibrada, variada y natural.
No es opcional: si quieres conservar la salud, no piques entre horas, hidrátate bien (bebe agua), mantén unos horarios fijos para comidas y planifica unos menús semanales en los que evites los precocinados y la bollería, y, por supuesto, no olvides tomar fruta, verduras, cereales integrales y legumbres.
Ah, y es muy importante para la salud de tu corazón que encuentres un rato para ti y que practiques diariamente algo de ejercicio físico que te relaje y te permita mantener el tono.
Vade retro: aparta de mí estos productos
Los productos que debemos “apartar” de nuestra alimentación diaria, siempre pero aún más ahora que ha crecido nuestro sedentarismo, son los siguientes:
Las bebidas edulcoradas y/o carbonatadas, los zumos de industriales y las bebidas alcohólicas en exceso.
La comida rápida, los ultraprocesados y precocinados (pizzas, lasañas, canelones, rebozados, etc.) con un elevado contenido en grasas y/o azúcares.
Y la pastelería, que podemos reservar para ocasiones especiales.
En la cesta de la compra semanal, haz sitio para…
Cereales y legumbres: el pan, la pasta y el arroz son necesarios pero siempre será mejor si los tomas integrales procedentes de grano entero, y las legumbres, más digestivas combinadas con verduras.
Frutas y verduras: un mínimo de cinco raciones entre hortalizas y fruta, a ser posible de temporada y de proximidad.
Carnes y alimentos de origen animal: con moderación, mejor carnes de aves (pollo y pavo), y evitando los embutidos y las carnes grasas de cualquier animal.
Frutos secos y semillas: consumidos con frecuencia reducen el riesgo cardiovascular y de diabetes, pero siempre mejor naturales o tostados, que fritos, azucarados o salados.
Para “bajarlo”, bebe lo suficiente, hidrátate (los nutricionistas recomiendan unos 2 litros entre agua, caldos e infusiones).
Y recuerda: el agua del grifo es perfectamente saludable, 100% libre de virus y bacterias.