¿DE DÓNDE PROCEDEN LAS FRUTAS Y LAS VERDURAS QUE COMEMOS?
¿Sabes de dónde proceden las frutas y las verduras que comemos?
¡Ahora te lo contamos!
Ajos, garbanzos, nueces, cerezas, manzanas, patatas, naranjas, judías o espárragos son alimentos que solemos comprar en las tiendas de nuestro pueblo o de nuestra ciudad.
Son frutas y verduras tan cotidianas que a menudo no llegamos ni a preguntarnos qué sol las calentó o qué lenguas hablaban los hombres y las mujeres que las cultivaron: es decir, que no tenemos ni idea de dónde proceden.
Si tuviéramos unos minutos para hacer una compra más consciente, veríamos que muy frecuentemente los ajos vienen de China; los garbanzos cocidos y las nueces, de EE.UU; las cerezas, de Chile; las manzanas, de Polonia; las patatas, las naranjas y las judías, de Marruecos; y los espárragos, de Perú.
Son frutas y verduras que recorren miles y miles de kilómetros en camiones, barcos, trenes y aviones, y que, cuando acaban en nuestra mesa, pueden tener buen sabor y, quizás, la misma calidad que los alimentos locales.
Puede que incluso esas frutas sean más baratas.
¿Frutas más baratas?
En parte sí, o eso parece, porque a pesar de que han recorrido medio mundo su precio directo (el dinero que sacamos del bolsillo) puede ser igual o menor al que necesitamos para comprar los productos locales.
Pero, si el precio que pagamos incluye el producto, el embalaje, el transporte…
…a los agricultores de origen, ¿qué les queda?, ¿cuánto ganan?
Y no solo eso, tengamos en cuenta que:
- A mayor trayecto recorrido, más cantidad de CO2 (gases nocivos) se emite a la atmósfera. Concretamente, según los expertos, solo el transporte de mercancías genera el 20 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.
- El desplazamiento de grandes distancias necesita más embalaje y, como no puede ser de otro modo, genera más residuos.
- En los contenedores agrícolas importados de otros países y continentes pueden viajar especiesinvasoras dañinas para los ecosistemas locales.
En cambio, un alimento de proximidad (alimento “kilómetro 0” o alimento de cercanía), que es el que se cultiva cerca de dónde se vende, concretamente a menos de 100 kilómetros del lugar de venta, tiene las siguientes ventajas:
- Deja menor huella ecológica porque precisa menos embalajes y menos consumo de combustibles.
- Potencia la economía local y mantiene vivo el campo y el medio rural.
- Favorece la protección de los bosques, la conservación de la biodiversidad y de las especies vegetales autóctonas.
- Sustenta la vida en las pequeñas poblaciones.
- Frena la pérdida de la biodiversidad agrícola.
Si tienes un minuto, infórmate y no dejes que otros decidan por ti.
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